lunes

Y eso jode

He salido esta mañana y lloviendo estaba. Qué alegría me ha dado. En realidad no era lluvia, era este calabobos que poco a poco te cala cual bobo.
Un día tranquilo, perdiendo varias horas lectivas por ausencia de profesorado. Coño, me ha quedado fino :D Y una cargada semana de exámenes, ¡yuhu! Que no cunda el pánico. Oh, me temo que sí. Sí cundirá, si es que no ha cundido ya, ante los inminentes suspensos.

A la salida, me he sentido realmente bien. Seguía cayendo agua, finas gotas que me apaciguan, y esta vez hacía frío. Lo echaba de menos. Anduve hasta casa silbando una cancioncilla que se me ha pegado estos días. A veces me alegro que se me peguen ciertas canciones. Pero que se me pegue ésta, me ha asustado un poco. No quiero volverme una paranoica ahora cada vez que alguien me haga una chispitina feliz. No sé. Supongo que en realidad lo que ocurre es que es muy fácil tenerme contenta. Que soy como un charco de gasolina ante una chispa. Prendo, y prendo. ¿Y luego quién lo apaga? Bueno, se acaba pasando. Como todo, ¿no? Siempre acaba pasando todo, sólo me quedan frascos de cristales con aires del momento dentro. Mierdas, qué cursi. Pero en realidad es verdad. Es verdad, y eso jode. Duele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario