martes

¡Resistencia!

Acabo de comer, y con ello, un intenso debate sobre la nueva ley antitabaco. Expresaré aquí mi opinión también y es que me parece una soberana exageración.

Es decir, ahora mismo, y hasta nueva orden de las altas esferas, no se puede fumar en ningún sitio público, ni cerca de parques, colegios, hospitales... Desde mi punto de vista, no entiendo la diferencia entre fumar en el punto X, o en el punto Y, que está a 50 metros. La normativa ya nos la sabemos todos, hasta los no fumadores, así que no la volveré a repetir.
Me parece bien, que se limiten espacios para fumadores, porque yo, alguien no fumador, no tengo por qué fumar pasivamente porque ellos lo hagan, me moleste o no el que fumen, pero, ¿prohibirlo? ¿ESTAMOS LOCOS? O sea, tú: Estado, sigues queriendo recibir los impuestos que ganas con la venta de tabaco, ¿pero no dejas fumarlo? Es como si al niño le das un caramelo y no le dejas comérselo. Prohibir, nunca es la solución. ¿Dónde queda la libertad del ciudadano? En ningún lado, coño, en ningún lado.
Y creo, que esto puede conllevar a una inducción al botellón (parte debatida con la Srta. G), ¿que por qué? Pues porque hay una gran parte de la gente -jóvenes- que salen de farra/fiesta/juerga y asocian el beber, con fumar. Y si pueden beber, pero no pueden fumarse un piti tranquilamente, no van a estar entrando y saliendo del pub porque no te dejan así como así entrar y salir como Pedro por su casa, así que se irán donde puedan fumar, y a la vez beber, o lo que viene siendo, beber en la calle (sea delito o no beber en la vía pública que les va a dar lo mismo como hasta ahora), que va derivando en lo que llamamos botelleo. ¡DI QUE SÍ!
¿Tampoco podremos irnos de tetería y echarnos una cachimba? Bien, ¡esto cada vez se va pareciendo más a una democracia, Zapaterín...!
En realidad me apetecía una revolución de los fumadores, rollo El Vals del Obrero [Ska-p]. Sería divertido.

Cambiando de tema, tengo miedo. Mi padre en sus ratos libres le daba a veces por jugar a cosas rollo Call of Duty, o juegos de estos molones que se me dan mal/fatal. Pero ahora no. Ahora juega a... no sé cómo se llama. Pero es como el Tzar y los Sims. Es una cosa rara. Lo que le veo en la pantalla cuando paso son árboles, ladrillos, un monigote llamado "Pepito" y poco más. O.Ô ¡Joder! ¡Que mi padre era un friki molón!

Hablando de estas y otras cosas varias, me han mandado un libro de Valenciano el cual no entiendo nada y que en el primer capítulo se habla de que una tradición familiar de una familia es cortarles a los niños de nueve años el dedo anular de la mano izquierda. Y en el segundo capítulo, que habla del Caballo de Troya, dice que se beben sus orines y que mueren todos por deshidratación y.. me quedé dormida y no seguí leyendo. El viernes tengo el examen, no tengo altas expectativas de aprobar. Tendré que leer más. O dormir menos.

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