domingo

Mañana, o pasado.

Supongo que llego algo tarde, pero: ¡FELIZ NAVIDAD!

En realidad este año no tenía mucha ilusión, tanta como el año pasado creo: nula. Pero las caras de los niños, sobretodo, creo que es lo que me hace un poquito más sensiblona y al final la Dama de Hierro cae. Supongo que también soy partidaria de que esta época es sólo consumismo (espera, ¿en qué época del año no lo hay?) e hipocresía (espera de nuevo, ¿sólo la hay en Navidad?). Sí, todo eso está bien pensarlo, está bien pensar que todo el mundo es un egoísta, que sólo vive para él, pero luego llegan estas fechas y a todo el mundo le apetecería poder reunirse con alguien, con quien pelearse por el vino o cómo hacer las gambas, o simplemente, ver que aún están vivos y que el tiempo que les queda, pueden ser algo más felices. Quizá porque todo el resto del mundo lo hace, y nos da por tener empatía...
Teniendo al margen estas idas y venidas de todos los años que ya todo el mundo se las sabe de memoria, diré que estoy contenta. Supongo que es porque he desayunado churros o porque he comido menos que ningún año y porque creo que tanto el fin como principio de año, será bueno. Para recordar, quizá.

Para recordar también fue la plorera que me dio ayer, sé que fue mi culpa. Volví a ver Mi Vida Sin Mí. Pero en realidad me encanta, la película, no llorar, vaya. Y supongo que es menos amargo derramar unas lágrimas si es por esa historia, de la que me enamoré como pocas veces hago.

He de leerme libros para estas vacaciones que aún no he empezado, y que creo que hasta mañana, o pasado, no empezaré.

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